22 marzo, 2011

Dicen que las cosas pasan por algo...

Ayer fue una de esas noches en las que uno no puede dormir porque por más que quiera no puede dejar de pensar... y me puse a sacar conclusiones hasta del tema más insólito, conclusiones que pueden ser erróneas o no, y espero averiguarlo algún día... La vida te pone pruebas, y/o obstáculos, como prefieras llamarlos,  y se supone que a partir de esas situaciones  uno tiene que seguir adelante y superarlo. Pero hoy no puedo. 
Con el tiempo uno tiende a conocer a las personas y aprender a convivir con sus defectos y virtudes, y así todos felices, ¿no?. Como si fuera tan fácil... nunca pude conocer del todo a las personas. Es el día de hoy que casi todo el que conozco me sigue dando sorpresas, y no de las buenas. Unas de las conclusiones que saqué ayer fue que de los errores NO siempre se aprende. Sí, sé que no es como si hubiera descubierto de nuevo América ni mucho menos, pero para mí, es un gran paso. Porque siempre estuve  convencida de que de los errores uno aprendía para así, no volver a cometerlos... pero no es así, o por lo menos a mi no me funciona. Sé que soy una persona rara y hasta podría decir que estoy en "peligro de extinción", porque no conozco a nadie tan complicado y raro como yo. Pero si hay algo que nunca pude fue aprender de mis errores, y eso que cometo mucho, y muy seguido... pero prefiero no entrar en detalles porque acabo de llorar por eso y me propuse no volverlo a hacer.
Otras de las conclusiones que mi mente retorcida sacó anoche fue que tendría que empezar a ser un poquito más egoísta. Pero ojo no me malinterpreten. Me refiero a que tendría que pensar un poco más en mi y no tanto en lo demás. Soy de esas personas que se preocupan mucho por los demás, que siempre los escucha, les da consejos y los tranquiliza... y tendría que empezar a pensar un poco más en mi y en estar bien yo. Cuando estoy realmente mal, muy pocas personas se dan cuenta y hacen hasta lo imposible por sacarme una sonrisa; y una de las costumbres que tengo quizás sea esa: el no demostrar mucho como estoy realmente, porque siempre me vas a ver con una sonrisa pero nunca vas a saber cuando esa sonrisa es real... son cosas de la vida. Bah, que cosas de la vida, soy yo y mi loca y trastornada mente, pero sé que lo voy a poder solucionar.
Y ayer siendo las 1:28 de la madrugada, terminé de escribir esto, prendí el ventilador, agarré mi peluche con el que duermo hace nueve años, me tapé hasta arriba de todo, puse la alarma a las 7  de la mañana, me sequé las lágrimas... y hoy es un NUEVO DÍA.