30 marzo, 2011

Que nadie.

Empezaron los problemas, se engancho a la pena, se aferro a la soledad. Ya no mira las estrellas, mira sus ojeras, cansada de pelear. Olvidándose de todo, busca algún modo de encontrar su libertad. El cerrojo que le aprieta, le pone cadenas y nunca descansa en paz, y tu dignidad se a quedado esperando a que vuelvas. En el túnel del espanto, todo se hace largo. Cuando se iluminara
amarrado a su destino, va sin ser testigo
de tu lento caminar. Tienen hambre sus latidos pero son sumisos y suenan a su compás. La alegría traicionera
le cierra la puerta
o se sienta en su sofá y tu dignidad se a quedado esperando a que vuelva. Que nadie calle tu verdad, que nadie te ahogue el corazón, que nadie te haga mas llorar... hundiéndote en silencio. Que nadie te obligue a morir cortando tu alas al volar. Que vuelvan tus ganas de vivir.